
Habrá una reunión en Chile por la tarde para decidir si los organismos de seguridad de Santiago y Buenos Aires están en condiciones para albergar público de ambas parcialidades. La serie de cuartos de final comenzará el 17 de septiembre y terminará el 24.
A pesar de la grata experiencia que dejó la presencia de hinchas visitantes en la serie entre River y Talleres de los octavos de final de la Copa Libertadores, todavía no se sabe si en el duelo contra Colo-Colo podrá repetirse la misma situación. Los organismos encargados de la seguridad en Chile se muestran reticientes a recibir a los simpatizantes de la Banda, por lo que este lunes, a dos semanas del inicio del primer partido, se llevará a cabo una reunión clave sobre este tópico.
El encuentro de ida se disputará el 17 de septiembre en el estadio Monumental de Santiago, mientras que la vuelta se realizará en el Antonio Vespucio Liberti, del barrio porteño de Núñez. En la anterior ocasión, la dirigencia encabezada por Jorge Brito había recibido unas 4 mil entradas para comercializar entre los socios que querían viajar al Mario Alberto Kempes de Córdoba. A su vez, Talleres obtuvo el mismo monto para sus hinchas en la tribuna Centenario Alta, la que da espaldas a la Avenida Figueroa Alcorta.
“Demostramos que estamos preparados para recibir visitantes. La gente de River fue muy educada en Córdoba. Dependemos de las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires y de Chile. Estamos a la expectativa. Nosotros queremos que haya visitantes, creemos que es parte del espectáculo. Pero respetaremos lo que digan las autoridades”, señaló el presidente del Millonario unas semanas atrás.
Por otra parte, Aníbal Mosa, mandamás de Blanco y Negro -la empresa gerenciadora del Cacique-, había salido a declarar en una sintonía muy similar a la de Brito. “Estamos en una situación donde tenemos que acatar las instrucciones que dan las autoridades. La verdad es que encontramos buena predisposición tanto en la dirigencia de River como en el delegado de la Conmebol para que haya público visitante en ambos partidos“, indicó.
A pesar de la buena voluntad que mostraron los líderes, y el de Colo-Colo hasta se animó a mencionar un “preacuerdo” que habrían sellado para esta cuestión, la realidad marca que la seguridad de ambas ciudades no está completamente convencida de la idea y sería el principal obstáculo para lograr el objetivo de tener las dos hinchadas presentes en la serie.
¿En dónde radican las inseguridades de la mesa chica? En primer lugar, el equipo de Jorge Almirón no pudo gozar del apoyo de su público frente a Junior, en los octavos de final, como tampoco lo hizo el elenco colombiano en Chile por disposición de los organismos rectores.
En junio de este año, habían suspendido un amistoso entre el Cacique y Universitario porque la barra chilena arrojó una horda de fuegos artificiales al campo de juego, además de atacar a la parcialidad peruana. Un hombre de Colo-Colo murió esa noche luego de ser asaltado en las inmediaciones del estadio por barrabravas de la U.
En este sentido, en Buenos Aires tampoco se olvidan de los disturbios que se produjeron con la Policía en 2023 en La Bombonera, cuando el cuadro trasandino visitó a Boca en la quinta fecha de la fase de grupos del máximo certamen continental. Este lunes será bisagra en la resolución de un asunto que mantiene en vilo a los socios del Millonario, que ya estaban planificando su viaje al otro lado de la Cordillera de Los Andes.