martes, julio 1Tucumán AR

Acadeeeeeeee…

Emociona Racing. Es un Recampeón. Lo tiene todo. Fútbol, orden, sacrificio y hambre. No hay más. Es todo. De 36 años sin ganar un título internacional a sumar dos estrellas en un par de meses. De quedarse con la Sudamericana barriendo a tres brasileños en instancias finales a dejar chiquito al campeón de la Libertadores en su casa. Que le van a decir a la Academia que este Botafogo no es el mismo del año pasado. El equipo de Costas se le planta a cualquiera. Cuanto más grande es el desafío, más grande es la prestación del plantel más ganador de las últimas décadas.

Este Racing es copero. Sabe jugar esta clase de partidos. Fue a Río de Janeiro con una ventaja de 2-0 conseguida en el Cilindro (le había quedado chica) y demostró de qué está hecho. De principio a fin, siempre fue superior al local. De hecho, debió ser goleada de no ser por las manos de John, que evitó no menos de cuatro goles claritos. La serie debió liquidarse mucho antes de jugados 50 minutos en Río, pero fue el arquero de Botafogo el que le dio algo de picante a una serie que siempre tuvo a la Academia como protagonista.

Fue tan grande lo de Racing que nunca hubo clima de final en Brasil. De entrada se plantó en campo contrario, con Salas bancando todo y generando peligro. El 7 bravo tuvo tres claras: un zurdazo al ángulo que le sacó el arquero, otra individual que se fue cerca y un cabezazo al ladito del palo. Más allá de que no llegó al gol, Maxi fue el alma del campeón de la Recopa. Junto con él, un grupo de espartanos. Nardoni, Zuculini, Maravilla. Colombo, Martirena… Y Costas, el eterno Costas, arengando aun cuando la serie ya estaba 4-0.

Al no meterla en el PT (quizá la única manchita de una noche casi perfecta), Racing sufrió una vez sola. Fue cuando Barboza sacó un cabezazo de gol y Arias voló de manera espectacular para bancar el 0-0. Ahí se terminó la Recopa. Ahí la terminó de ganar la Acadé.

Pasado este momento, Costas reacomodó las piezas en el entretiempo y fue todavía más que Botafogo. Vietto, quien pudo haberse ido expulsado en el PT por un planchazo estando amonestado, le dejó su lugar a Zaracho. Con un volante más, la Acadé ocupó todavía mejor los espacios. Ganó a un jugador más para llegar lanzado al área y así llegó el primero. Zaracho encontró un rebote y sacó un derechazo cruzado a un ángulo. El 1-0 al inicio de la segunda mitad envalentonó al equipo de Costas. Con la serie prácticamente liquidada, siguió atacando y atacando hasta que Zuculini, con un remate en una posición similar, puso el 2-0.

Qué equipazo que es Racing en el ámbito internacional. Terminó jugando con los tres centrales suplentes y ni así lo lastimaron en tierras brasileñas. Tiene un arquero que siempre está, dos volantes con un sacrificio que emocionan y delanteros que combinan gol con solidaridad. También dosis de talento desde los pies de Vietto y Zaracho.

Con una voracidad pocas veces vista, el plantel de Racing ya mostró su apetito. En medio de los festejos, tanto Costas como los jugadores ya avisaron que quieren ir por más y ahora van por la Libertadores. Un plantel que hace poco más de un año se empezó a armar para saldar una histórica deuda internacional. Costas, apenas vuelto a Avellaneda, se hizo cargo y le metió el chip a un grupo de jugadores que se metió en la historia grande.

De la mano de Costas, y ya con Diego Milito levantando su primer trofeo como presidente, este Racing arrasa y no deja rival con cabeza. Ya pasaron Paranaense, el millonario Corinthians, Cruzeiro y Botafogo, el campeón de la Libertadores. En busca de más objetivos, ahora la Academia se deberá reagrupar, guardar el pasaporte y pensar por unas semanas en el ámbito local.

Anoche demostró que cuando tiene los objetivos claros parece que nadie lo puede parar. El sueño de la Copa Libertadores ya está en marcha. El Recampeón se llama Racing.

Fuente: OLÉ

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