“Hasta que reine en el pueblo el amor y la igualdad”, decía la bandera del Frente de Liberación Homosexual (FLH) con la que aparecieron en la Plaza de Mayo en 1973. Es una línea de la marcha peronista que sirvió para enmarcar a un grupo de militantes que incluía anarquistas, socialistas, feministas, lesbianas, al poeta Néstor Perlongher y a Juan José Sebreli, que se convertiría en un intelectual conservador. Con esa bandera quisieron sumarse a las enormes columnas de las juventudes peronistas, escucharon clarito el intento de avergonzarles, “no somos putos, no somos faloperos, somos soldados…” de organizaciones revolucionarias que no bajaron ni un ápice la altanera capelina de Perlongher. No se usaba en este sur la palabra “orgullo”, pero la respuesta polític...