
“Solamente hay dos sexos y cincuenta formas de hacer el ridículo”, afirmó Rigoberto Hidalgo desde el escenario de la Derecha Fest, el encuentro convocado por seguidores de Javier Milei en Córdoba. La frase sintetiza la postura retrógrada y tajante del joven costarricense que se presenta como “filósofo cristiano”. Sin embargo, sus argumentos carecen de rigor y claridad. Al igual que el presidente, Hidalgo considera que quien no piensa como él es “el demonio” y ante preguntas incómodas responde con desdén: “No están a mi altura”.
Negación de la diversidad sexual y discurso antiabortista
Con apenas 25 años, Hidalgo se autopostula como un conferencista especializado en filosofía, epistemología y principios cristianos, con la misión de “descubrir mandatos originales” sobre temas controversiales a nivel global. En la Derecha Fest, evento que también reunió a figuras como Agustín Laje y Nicolás Márquez, Hidalgo abrió el encuentro convocando a una “batalla espiritual” que entrecruza el libertarismo con un cristianismo rígido.
Desde el escenario montado en Córdoba, Hidalgo no tardó en apuntar contra la diversidad sexual. “No puede haber un medio ser. Solamente hay dos sexos y cincuenta formas de hacer el ridículo. O eres hombre o eres mujer”, disparó, dejando en claro su rechazo absoluto a cualquier identidad por fuera de la binariedad. En un gesto provocador, exhibió una bandera LGBTQ+ y la calificó como “basura metafísica”.
A partir de ahí, su monólogo se volvió una seguidilla de consignas extremas: “El ateísmo es basura, el progresismo es basura, el aborto es basura”. Sin matices, Hidalgo intentó atar sus creencias religiosas con una postura negacionista de derechos humanos básicos, y presentó su visión del mundo como una cruzada moral entre “el bien” y “la decadencia”.
Sus declaraciones, rápidamente viralizadas en TikTok e Instagram, niegan la existencia de la homosexualidad como orientación natural. “No existen los gays, existen personas con conducta homosexual, como existen personas con conducta alcohólica. Nadie nace alcohólico, ¿cierto? Entonces tampoco nacen homosexuales”, afirmó sin aportar evidencia científica alguna.
En uno de sus planteos más polémicos, defendió la postura antiabortista incluso en casos de violación: “Si un hombre viola a una mujer y ella queda embarazada, el que merece la cárcel es él, no el niño. Nadie tiene derecho a matar a un inocente”. Ante la situación traumática de la víctima, sostuvo con un moralismo rígido: “No es moralmente admisible castigar con la muerte a un inocente por el crimen del otro”.
“No tengo hijos, los tengo a ustedes”: sarcasmo y malhumor del orador que niega derechos
Tras el revuelo que provocaron sus frases en la Derecha Fest, Hidalgo fue entrevistado este jueves en Radio Con Vos. Lo que pintaba para ser una explicación de sus ideas terminó por mostrar otra faceta: la de un personaje fácilmente irritable, que responde con ironías y elude cualquier pregunta que lo saque del guion.
El tono de la charla se tensó apenas se mencionaron temas personales. En medio de una discusión sobre aborto y vínculos familiares, Hidalgo se incomodó ante una pregunta sobre si tenía hijos. “No tengo hijos, hoy los tengo a ustedes de hijos. ¿De qué trata la entrevista?”, retrucó molesto, marcando el rumbo de lo que vendría.
La incomodidad creció con cada intento de profundizar. Cuando le preguntaron si tenía novia, respondió: “¿Te pone celoso si te digo que sí?”. Y ante las consultas sobre su formación académica, repitió su título con tono doctoral —“soy filósofo de la Universidad Autónoma de Centroamérica y de filosofía de la ciencia”–, pero evitó con enojo cualquier detalle adicional. “Puedo conocer de derecho y hablar de eso, por supuesto. Yo inicié haciendo metafísica. Ustedes son los que no entienden lo que estoy diciendo”, cerró.
En vez de aclarar sus posiciones, Hidalgo terminó confirmando lo que muchos ya habían intuido desde sus discursos: se siente cómodo en el aplauso fácil, pero no tolera que lo interpelen.
Consultado por su participación en el evento libertario, evitó dar cifras: “No voy a decir cuánto cobré”, respondió, aunque admitió: “Claro que cobré. Todos tenemos que comer, ¿no?”. La opacidad sobre quién lo financió alimentó aún más las sospechas sobre el armado político detrás de su visita.
En otro tramo de la entrevista volvió a dejar en claro su idea central: “No tengo problemas con que alguien sea gay, tengo problemas con que me exijan derechos humanos”. Una frase que, lejos de generar debate, terminó de mostrar la falta de sustento de un discurso que se cae apenas alguien lo cuestiona.
La presencia de Hidalgo en el Derecha Fest, impulsado por el entorno de Milei, no fue casual. Invitaron a un orador con escasa preparación y sin argumentos sólidos, que se limita a pregonar discursos de odio y negación de derechos. Su rol no fue abrir un debate, sino reforzar una narrativa que busca deslegitimar avances sociales y sembrar miedo ante la diversidad.
Fuente: PÁGINA 12