
En menos de 48 horas, Tucumán se vio sacudida por al menos cuatro incendios en cañaverales y pastizales, que obligaron a desplegar intensos operativos de emergencia y encendieron la alarma en distintos puntos de la provincia. Las causas de los siniestros ya son investigadas por la Unidad Fiscal de Delitos Complejos, a cargo de la fiscal Mariana Rivadeneira, bajo la premisa de que se trata de posibles delitos ambientales.
El primer foco se registró el domingo en una parcela de 15 hectáreas de caña cortada cerca de la ruta alternativa de Alderetes. Si bien las llamas fueron controladas, el humo cubrió la carretera reduciendo la visibilidad y generando un riesgo para conductores que transitaban la zona.Horas más tarde, en la misma localidad, un nuevo incendio sobre la ruta Juan Domingo Perón, a la altura de un salón de fiestas, volvió a generar complicaciones en el tránsito. En medio del operativo de sofocación, otro foco surgió en cañaverales cercanos. La Policía identificó a un hombre en las inmediaciones y ahora analiza si tuvo participación en el hecho.
Uno de los episodios más graves ocurrió en San Pablo, donde un incendio de rastrojos se expandió y se acercó peligrosamente al barrio Toledo, poniendo en vilo a los vecinos. Fueron ellos quienes alertaron a las autoridades y ayudaron a contener el fuego, que afectó entre 20 y 30 hectáreas. Según los primeros datos, el foco se habría iniciado el sábado por la noche y se reavivó a la mañana siguiente.
La serie de incendios incluyó también un episodio en la finca San Jorge, en Leales, donde alrededor de tres hectáreas de restos de caña quedaron consumidas. El hecho llamó la atención porque ocurrió en terrenos que actualmente se encuentran en venta, un dato que será incorporado a la investigación.
En todos los casos trabajaron peritos ambientales del ECIF, Bomberos, la Policía, la Policía Rural y Defensa Civil. Las actuaciones ya fueron elevadas a la fiscal Rivadeneira, quien deberá establecer responsabilidades y eventuales imputaciones.
Desde el Ministerio Público Fiscal recordaron que la quema de cañaverales y pastizales es un delito ambiental tipificado en la legislación vigente, con sanciones penales y civiles. Además, insistieron en la importancia de la colaboración ciudadana: cualquier hecho puede ser denunciado a la línea 381 319 5131, mecanismo que permite activar rápidamente los protocolos de emergencia y evitar daños mayores.La sucesión de incendios pone de relieve un problema recurrente en Tucumán, donde la quema ilegal de cañaverales no solo destruye recursos naturales y contamina el aire, sino que también pone en riesgo la seguridad vial y la vida de los habitantes en zonas rurales y urbanas.