
En el proyecto de Presupuesto 2026 no hay ningún artículo que impulse un incremento de las jubilaciones y pensiones – se mantiene sin cambios la fórmula de movilidad según la inflación. Y tampoco una suba del bono de hasta $ 70.000 congelado desde 2024.
Tampoco hay un incremento de los haberes por el crecimiento económico o por la mejora de los salarios previsto en el proyecto de Presupuesto que, de todas maneras, es difícil que se cumpla.
Lo que se estima es que la partida del gasto total de las Prestaciones de la Seguridad Social aumente un 5,4%, lo que incluye “Transferencias para el pago de jubilaciones y pensiones contributivas y pensiones no contributivas. No incluye el bono de refuerzo”, según IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal)
El proyecto prevé ese incremento del 5,4% del gasto previsional que puede deberse a diversas causas, entre ellas el propio mecanismo de la fórmula de movilidad que ajusta los haberes previsionales y demás prestaciones de la Seguridad Social con un rezago de 2 meses.
En consecuencia, si se cumple la proyección del Presupuesto de un escenario de inflación a la baja, (la inflación prevista para 2026 es del 10,1%) se produce una mejora por el rezago en la aplicación de la fórmula de movilidad.
Por ejemplo, los jubilados y pensionados recibieron en junio, con una inflación del 1,6%, un aumento del 2,78% por el IPC de abril.
Pero si sube la inflación se da el proceso inverso porque los haberes recibirían el ajuste mensual de los 2 meses anteriores, inferior al del mes corriente.
Por ejemplo, la inflación de agosto fue del 1,9% pero los jubilados y pensionados recibieron el IPC de junio que fue del 1,62%.
En ambos ejemplos, los jubilados y pensionados de haberes mínimos recibieron un porcentaje total inferior porque el bono de hasta $ 70.000 no tuvo ningún incremento.
De todas maneras, un incremento del 5,4% de los haberes representa en la actualidad un aumento de la jubilación mínima de $ 20.000, valor que disminuye si el bono de $ 70.000 sigue congelado.
Ese bono, actualizado por la movilidad, debería rondar en la actualidad los $ 160.000 mensuales.
Las jubilaciones y pensiones vienen en caída, en especial desde 2017. La fórmula de movilidad que ajusta por inflación perpetua esa caída porque no repone la pérdida sufrida (pese a los fallos de la Justicia) y mantiene constante el poder de compra deteriorado.
Por el bono congelado, los haberes mínimos perdieron poder de compra en estos 18 meses -que cobran casi 5 millones de jubilados y pensionados-, por encima de la pérdidas sufridas con Alberto Fernández y Mauricio Macri.
Tampoco ANSeS está pagando las retroactividades de las sentencias firmes en favor de los jubilados. Actualiza los haberes, pero mantiene indefinido el pago de las retroactividades que puede alcanzar a 10 o más años. Y crece el cobro de esas retroactividades por los embargos que interponen los abogados sobre las cuentas de la ANSeS.
Además, el Gobierno vetó la ley del Congreso que otorgaba un incremento del 7,5% y aumentaba el bono hasta $ 110.000, a la vez que restablecía la moratoria previsional.
Fuente: CLARÍN