
Fue una jornada electoral tranquila, pero se truncó a la noche, cuando el CNE tardó más de siete horas en anunciar los resultados, aunque sin publicar los datos. Todas las miradas están puestas en lo que digan los veedores internacionales, especialmente el enviado de Lula: Amorim.
Fue una jornada electoral tranquila, pero se truncó a la noche, cuando el CNE tardó más de siete horas en anunciar los resultados, aunque sin publicar los datos. Todas las miradas están puestas en lo que digan los veedores internacionales, especialmente el enviado de Lula: Amorim.
“No pudieron con las sanciones, no pudieron con las agresiones, no pudieron con las amenazas, no pudieron ahora y no podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela. El fascismo en Venezuela, la tierra de Bolívar y Chávez, no pasará hoy ni nunca”, celebró Maduro instantes posteriores al anuncio del CNE en Miraflores, donde estaban convocados sus seguidores. “Lo dije va a haber paz antes, durante y la hay y va a haber paz, estabilidad, justicia después del 28 de julio a partir de hoy”, agregó.
Sin embargo, la líder de la oposición y la ganadora de las primarias que luego fue inhabilitada, María Corina Machado, no dudó en rechazar los resultados oficiales pocos minutos después. “Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia”. Entre aplausos, aseguró: “En este momento tenemos más del 40% de las actas. El 100% de las actas que transmitió el CNE las tenemos, todas las que transmitió la tenemos y, ¿saben qué? Edmundo González Urrutia ganó con el 70% y Maduro obtuvo 30%”.
“Hoy los derrotamos con los votos. Violencia es ultrajar a la verdad. Nosotros vamos a defender los votos. Nadie se mueve. Les pido a todas las comunidades de Venezuela que vayan en familia a acompañar a los testigos en todos los centros de votación. Seguimos registrando la victoria de Edmundo González Urrutia que fue abrumadora”, pidió.
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En otro orden, el mandatario anunció que firmará un decreto para convocar al diálogo en un discurso en el cual la palabra paz y armonía se remarcó varias veces. “Ustedes quieren que vuelva otra vez la polarización, quieren que vuelva el odio, y el enfrentamiento. ¿Quién quiere intolerancia y odio? Yo quiero amor, diálogo y entendimiento y tengo el poder que ustedes me han dado”.
En Caracas empezaron a escucharse fuegos artificiales, tras los resultados del CNE. Los resultados del Consejo que se esperaban alrededor de las 22 horas recién llegaron pasadas las 24. De acuerdo al Consejo Maduro obtuvo una reelección con 5 millones 150 mil votos y Edmundo 4 millones 445 mil y hubo una participación del 59%. Sin embargo, al momento del anuncio, no se publicaron los datos del escrutinio.
Cuestionamientos exteriores
Uno de los primeros mandatarios en hablar en la región y más contundente fue el presidente de Chile, Gabriel Boric: “El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”.
Minutos antes de que se conociera el resultado, el mandatario ya había dicho que “la entrega de los resultados de esta elección trascendental para Venezuela deben ser transparentes, oportunos y reflejar íntegramente la voluntad popular expresada en las urnas. La comunidad internacional de la que nuestro país Chile es parte, no aceptaría otra cosa”.
La mirada se posó ahora en el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien esta misma semana tuvo un ida y vuelta luego de que el jefe del ejecutivo brasileño dijera que lo asustó que su par venezolano hable de “baño de sangre” y el presidente de Venezuela lo mandó a tomar manzanilla. En todo ese contexto, cobró aún más fuerza el enviado del líder petista: Celso Amorim, ex canciller, y hombre de confianza de Lula.
Por el contrario, quienes sí rápidamente salieron a felicitar a Maduro y brindar su apoyo fueron los gobiernos de Cuba, Nicaragua, Honduras, Bolivia y los ex mandatarios de Ecuador, Rafael Correa y de Bolivia, Evo Morales.
Votación en paz
La jornada electoral arrancó oficialmente a las 6 de la mañana cuando abrieron las urnas, pero ya desde la medianoche había votantes en las afueras de algunos centros de votación. Con una jornada de fuerte sol, al mediodía hubo votantes que contaron que llegaron a esperar hasta 4 horas para ejercer el voto. Si bien hubo momentos de tensión como cuando votantes opositores y motociclistas chavistas cruzaron gritos y amenazas frente al centro de votación caraqueño Andrés Bello, no hubo mayores tensiones durante la jornada.
Además, aunque se descontaba que el horario de votación podía extenderse una hora más, las puertas finalmente cerraron a las 6 en la mayoría de los centros, como estaba estipulado. En ese momento de la tarde se repitieron otros episodios de tensión: delegados de la oposición pedían poder ingresar para ver el conteo, mientras los motoqueros chavistas daban vueltas por los centros de votación, desafiantes.
A lo largo de todo el día e incluso luego de denunciar fraude en la madrugada, Machado le pidió una y otra vez a sus delegados y fiscales que se quedaran hasta contar el último voto y obtener las actas. Con el pasar de las horas, la tensión se iba a acumulando en ambos extremos de la grieta venezolana, donde siempre primó el mismo optimismo. La lluvia de supuestos boca de urna y todo tipo de proyecciones alimentaron este clima de incertidumbre a lo largo de la jornada.
“Es motivo de satisfacción que la jornada haya transcurrido con tranquilidad, sin incidentes significativos. Hubo participación expresiva del electorado. El presidente Lula viene siendo informado a lo largo del día. Vamos a aguardar los resultados finales y esperamos que sean respetados por todos los candidatos”, aseguró Amorim, en lo que se espera un apoyo importante la postura que tome el Brasil de Lula.
En otra línea más fuerte, Milei había tuiteado antes de que se conocieran los resultados: “Dictador Maduro, afuera! Los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás Maduro. Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo, miseria, decadencia y muerte”.
El uruguayo Luis Lacalle Pou tampoco reconoció el resultado: “No se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él”, tuiteó. Uno de los últimos en reaccionar fue el Gobierno de Estados Unidos. El secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que tienen “serias preocupaciones de que los resultados anunciados no reflejen la voluntad o los votos de los venezolanos” y que la comunidad internacional “responderá como corresponda”.