
Hay partidos que marcan un punto de quiebre en una temporada. Para San Martín de Tucumán, el duelo de mañana contra Tristán Suárez en Ezeiza tiene todos los condimentos para ser uno de ellos. Luego del empate contra Los Andes en Lomas de Zamora, donde dejó escapar la victoria en el último suspiro, el equipo de Ariel Martos viajó con una misión clara: transformar la bronca en combustible y dar el golpe en Buenos Aires. El sábado desde las 18, no solo estarán en juego los tres puntos, sino también la posibilidad de subirse a la cima y enviar un mensaje claro a sus rivales.
El “Santo” llega con el sabor amargo de haber dejado escapar una gran chance en la última fecha. En Lomas de Zamora, parecía que se quedaba con los tres puntos, pero un descuido en el final lo privó de la victoria. Esa espina todavía duele, y los jugadores lo saben. Sin embargo, en el fútbol, las revanchas llegan rápido.
“Nos faltó un poco de control del partido ante Los Andes. En el segundo tiempo no tuvimos la pelota como queríamos, y ellos, con el resultado en contra, fueron a buscarlo con muchos delanteros”, dijo un autocrítico Nahuel Cainelli, confiando en que el “Santo” se quedará con los tres puntos. “Recién arranca el torneo, hay cosas por mejorar, pero vamos por buen camino. La clave es aprender de los errores y seguir creciendo como equipo”, agregó.
Por su parte, Federico Murillo, quien volvió a la titularidad tras cumplir su suspensión, destacó la importancia de imponer condiciones desde el primer minuto. “Es un partido que va a ser muy duro, muy trabado, pero creemos que podemos ser dueños de la pelota y eso es lo que buscamos desde el inicio”, remarcó.
Claro, el partido en el “20 de Octubre” promete ser un choque de estilos. Mientras San Martín apuesta por el dominio del balón y la intensidad en campo rival, Tristán Suárez llega con una propuesta más vertical, basada en la velocidad de sus extremos y el buen momento de sus delanteros.
Los números respaldan el crecimiento del “Lechero”. Luego de caer en su debut contra San Miguel, el equipo encontró regularidad con un 4-3-3, esquema con el que sumó tres victorias consecutivas y un empate ante Ferro. Con ese modelo de juego venció a Almagro, Patronato y Güemes, lo que le dio confianza y lo convirtió en un rival peligroso.
San Martín, en cambio, aún busca su mejor versión. El equipo de Martos mostró momentos de muy buen fútbol, pero la irregularidad en algunos pasajes del partido le impidió consolidarse del todo.
“Nosotros buscamos los tres puntos siempre, de local o visitante. Si se puede, bien; si no, es importante no perder. Haber traído un punto el partido pasado fue importante, pero la intención siempre es ganar”, expresó Martos, tratando de dejar atrás cualquier tipo de especulaciones respecto al rendimiento del “Santo” en lo que va de la temporada.
Lo concreto es que para volver al triunfo, el envión anímico también juega su papel.
Franco García llega entonado al duelo contra el “Lechero”, tras marcar su primer gol con la camiseta del “Santo”. Tal es así que el delantero confía en que el equipo podrá dar un paso adelante en la construcción del juego.
“Venimos trabajando para encontrar esa regularidad que todos queremos. A veces la categoría no te lo permite, pero estamos progresando”, afirmó García. “Partido tras partido nos vamos a ir sintiendo mejor, con confianza y recuperando esa identidad de San Martín. Este club te obliga a ser protagonista en todas las canchas, así que tenemos que afrontar el partido de la mejor manera y traernos, por obligación, los tres puntos”, sentenció el ex Cobresal de Chile.
Más allá de lo futbolístico, el encuentro en Ezeiza es clave. Una victoria dejaría a San Martín en lo más alto, por lo que el partido también se jugará en la mentalidad del equipo.
La bronca por lo ocurrido contra Los Andes puede ser el motor que impulse a San Martín hacia la victoria. Mientras tanto, lo espera un rival en crecimiento.
A las 18:30 horas comienza la previa con la información de Martín Noriega. Luego, desde las 19 horas, relatos y comentarios de Diego Brachi y Rubén Madoni. Lo viví por Norte FM 103.5 y todas sus plataformas.
Fuente: LA GACETA