lunes, abril 21Tucumán AR

El santo no pudo contra Madryn ni contra su impericia

En la Primera Nacional ya no hay margen para las sorpresas. Los equipos se estudian al detalle, se neutralizan y se enfrentan como si fuera una partida de ajedrez. Y en ese contexto de máxima exigencia, cada punto cuesta el doble. San Martín de Tucumán lo vivió en carne propia: no pudo quebrar a Deportivo Madryn y terminó sumando apenas un empate que dejó sabor a poco en La Ciudadela.

El 0-0 reflejó lo que se vio en el campo: un duelo cerrado, con escasas emociones. Sin embargo, la pasión no faltó en las tribunas. Desde la salida del equipo, los hinchas acompañaron con aplausos, y ese respaldo se intensificó cuando Darío Sand se acercó al arco. El arquero correntino -que tuvo la fortuna de que un remate de Gonzalo Torres diera en el palo- respondió con seguridad y agradeció el gesto de la gente, reafirmando su lugar entre los preferidos de la hinchada.

En lo estrictamente futbolístico, las ocasiones fueron contadas. Una de las más claras llegó tras un remate de Gustavo Abregú que aprovechó un rebote largo de Yair Bonnin, pero el arquero visitante se lució con una atajada fenomenal. Curiosamente, a pesar de las críticas que recibió hace unas fechas, el público despidió al mediocampista con aplausos cuando fue reemplazado.

No obstante, el momento más llamativo de la jornada se vivió al comienzo del segundo tiempo. Franco García, que venía siendo de lo mejor del “Santo”, se dirigió al banco de suplentes y fue reemplazado por Gonzalo Rodríguez, que apenas había jugado 36 minutos en el torneo. Las tribunas se llenaron de interrogantes: ¿Qué pasó? ¿Por qué ese cambio?

A la salida del partido, el entrenador Ariel Martos disipó las dudas en conferencia de prensa. “Tuvo una molestia en la zona del isquiotibial”, explicó brevemente. Además, dejó una reflexión sobre el desarrollo del juego. “Hay partidos que van a ser así, muy complicados. Los rivales te empiezan a analizar, así como lo hacemos nosotros. Vamos a tener muchos encuentros como este, y debemos tener la capacidad de resolverlos”.

Con el correr de los minutos y sin encontrar soluciones, Martos buscó variantes. Ingresaron Juan Cruz Esquivel -todavía resistido por parte de la hinchada-, Ulises Vera -junto a Sand, de los más queridos-, Franco Quiroz y Nahuel Cainelli. Este último reemplazó a Matías García, quien también se retiró con signos de dolor. “¿Y ahora qué pasó?”, se preguntó un hincha al ver salir al ex Güemes de Santiago del Estero, sumando otra preocupación a la tarde.

El enojo de los hinchas con las decisiones arbitrales

También hubo múltiples reproches hacia el árbitro Pablo Giménez, a quien muchos señalaron por favorecer al conjunto chubutense en las jugadas divididas.

La última chispa de ilusión llegó sobre el cierre, cuando Martín Pino, que regresó a la titularidad tras superar molestias musculares, intentó una tijera dentro del área. Pero su remate se fue desviado, y con él, la esperanza de una victoria.

El hincha se fue con sensaciones encontradas. San Martín sigue invicto y en la cima, pero con la impresión de que había una chance concreta de despegar a lo más alto.

Fuente: LA GACETA

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