
El Ministerio de Economía volvió a convalidar tasas elevadas en la colocación de deuda en pesos. Sin embargo, la renovación fue de solamente el 61 por ciento de los vencimientos de esta semana, por un total de 9,1 billones de pesos. Esto implica que quedaron liberados 5,7 billones de pesos que vuelven al mercado. Poco después del cierre de la licitación, alrededor de las 8,40 de la noche, uno de los directores del Banco Central, Federico Furiase, anunció que el lunes próximo, día de la liquidación de la licitáción de este miércoles, el Tesoro Nacional lanzará una nueva licitación para intentar absorber esos 5,7 billones sobrantes.
La licitación de este miércoles se convirtió en una de las más relevantes del año, generó fuertes críticas entre consultores de la city y reflejó la tensión que enfrenta el Tesoro. Sube las tasas de interés para intentar renovar deuda.
Según informó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, las letras de corto plazo con vencimiento el 12 y el 30 de septiembre recibieron adjudicaciones por 2 billones de pesos a tasas de 4,48 y 4,20 por ciento mensual, muy por encima de la expectativa inflacionaria a corto plazo. Esto muestra que el gobierno se vió obligado a pagar una sobretasa para intentar renovar los vencimientos de pesos y es una señal clara de los interrogantes que enfrenta el plan económico entre inversores.
Consultores del mercado coincidieron en que ” el nivel de rolleo fue claramente bajo y hay que ver cómo impacta mañana el flujo sobrante de pesos en el tipo de cambio y en las tasas de caución. Seguramente haya algo de volatilidad cambiaria”. No obstante, no fue una visión compartida por todos los analistas, que en algunos casos aseguraron que al cierre del mes se logrará un refinanciamiento completo de vencimientos.
En el detalle de la colocación, el Tesoro informó que se incluyó además Lecap con vencimientos a fin de octubre y noviembre, una nueva Lecap al 16 de enero de 2026, un Boncap al 13 de febrero de 2026, un Boncer cero cupón ajustado por CER al 31 de octubre de 2025, y un bono atado al dólar con vencimiento el 15 de diciembre.
A estos instrumentos se sumaron tres Lecap ajustadas por la tasa TAMAR, con plazos al 10 de noviembre, 16 de enero y 13 de febrero de 2026, ampliando las alternativas de inversión en un marco de tasas elevadas.
La licitación, más allá de las distintas interpretaciones de los consultores, generó ruido en el mercado. Se empieza a criticar la estrategia del equipo por el reciente desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi), que liberaron unos 10 billones de pesos y generaron alta volatilidad en las tasas de interés y el tipo de cambio. Aseguran que fue una medida totalmente improvisada.
Desde el equipo económico siguen intentando encontrar una forma de reducir la volatilidad de las tasas. Por caso, el Banco Central habilitó una ventanilla de liquidez a través de instrumentos de pases activos, lo que permite a las entidades cumplir con las normas de encajes sin inyectar pesos adicionales a la economía real.
Según explicó el director del Banco Central, Federico Furiase, se trata de una operatoria que no vuelca pesos a la calle, sino que permite a los bancos colocar esos fondos como encajes a tasa cero y evitar la venta de títulos de más de 60 días para cumplir con las obligaciones regulatorias.
Sin embargo, por el momento, las medidas siguen siendo poco efectivas y crece la incertidumbre en el plano monetario. Los inversores le piden cada vez una tasa más alta al gobierno para mantener la deuda en pesos.
Dólar, acciones y bonos
En el frente cambiario, en tanto, el dólar oficial cayó por novena rueda consecutiva, mientras el mercado esperaba la licitación clave del Tesoro y el dato de inflación de julio. El billete mayorista cerró en 1313 pesos, su nivel más bajo desde fines de junio, mientras que el promedio de entidades financieras lo ubicó en 1328,23 pesos para la venta y el Banco Nación lo fijó en 1325 pesos.
La relativa calma cambiaria contrastó con la alta volatilidad de las tasas de interés en pesos, que se mantuvo elevada tras la recomposición de la liquidez y la necesidad de ofrecer instrumentos con mayor margen para renovar deuda.
En el mercado bursátil, el S&P Merval cerró con una caída de 1,8 por ciento, presionado por la mayoría de los papeles del panel líder, que llegaron a retroceder hasta 4,3 por ciento, encabezados por Loma Negra, Bolsa de Valores (-2,3 por ciento) y Banco BBVA (-2,2 por ciento). Los ADRs en Wall Street también reflejaron retrocesos significativos, con bajas destacadas en Loma Negra (-4,4 por ciento), Central Puerto (-2,4) y Transportadora de Gas del Sur (-2,2).
En contraste, los bonos en dólares continuaron su raid alcista. El Global 2038 avanzó hasta 1,4 por ciento, el Global 2041 subió 1,0 por ciento y el Bonar 2041, 0,9. El riesgo país, medido por el EMBI de JP Morgan, se ubicó en 722 puntos básicos, con una leve caída de 0,3 por ciento respecto al registro anterior.
A nivel internacional, los principales índices bursátiles en Wall Street cerraron al alza. El Dow Jones Industrial subió 1 por ciento, el S&P 500 avanzó 0,3 por ciento, el Nasdaq 0,1 por ciento y el Russell 2000 registró un incremento del 2 por ciento. Los analistas destacaron que este comportamiento refleja expectativas de resultados corporativos sólidos y cierta estabilidad macroeconómica en Estados Unidos.
Fuente: PÁGINA 12