Si, patroncito
Al mismo tiempo que el canciller argentino, Pablo Quirno, era recibido por el secretario de Estado Marco Rubio en Washington, el gobierno de Estados Unidos infomaba, unilateralmente, que ya se había alcanzado el consenso para un Acuerdo de Comercio e Inversión entre ambos países, con el fin de “fortalecer y equilibrar la relación económica” bilateral. El punteo de los principales aspectos del futuro acuerdo dejan poco margen para hablar de “equilibrio”. En materia de apertura comercial y normas de regulación, la Argentina prácticamente se somete a las condiciones que impongan las empresas y las leyes estadounidenses. Argentina se obliga a seguir los lineamientos de la política comercial de Washington, específicamente en la relación con terceros países, lo que podría leerse como una alusió...









