Listos los cuartos
El cordón rojo (y blanco) de la confianza que se empezó a hilar en River en el triunfo superclásico no solo no se corta, sino que se sigue estirando sin debilitarse. Era, precisamente, lo que necesitaba este equipo, que ya es otro equipo comparado al de los primeros tres meses y pico del año. Porque cree en su juego y en sus talentos de élite para el fútbol sudamericano. Y por eso convierte en su primer remate. Por eso le fluye totalmente el circuito creativo. Por eso gana, gusta, golea, tiene un pie en octavos de la Libertadores y está en los cuartos del Apertura.
Y todo eso, con méritos: River juega bien y tiene el sello de Marcelo Gallardo en prácticamente todas sus facetas. Contra Barracas Central, el fútbol fue total, vistoso, llamativo, de asociaciones a un to...



