Cuervos de mal agüero
Después de dos derrotas al hilo y en medio de un contexto de club que atenta día a día contra la normalidad, San Lorenzo fue a Tucumán a enfrentar a Atlético con la imperiosa necesidad de ganar para seguir creyendo, no correr riesgos de seguir entre los ocho primeros de la Zona B y volver a los puestos de Sudamericana en la anual. Y, aunque entró dormido y antes de los diez minutos de juego ya lo perdía, lo dio vuelta y se fue con una sonrisa.
En ese necesario de malos resultados, Damián Ayude apostó por un nuevo esquema durante la semana pero claramente no le funcionó: antes de los 10 minutos su equipo ya se encontraba abajo en el marcador pero, principalmente, lo preocupante fue que entró dormido y le costó muchísimo meterse en partido.
Es que en una pelota parada Romaña...





