Se premiaron
El martes a la mañana, los supremos firmaron fallos de todo tipo como hacen cada semana cuando celebran su habitual "acuerdo". En realidad, ya no es un ámbito de deliberación, como en otros tiempos, porque el clima interno está demasiado tirante. Es una fachada. La cáscara solemne de una Corte Suprema minúscula con una capacidad de daño a gigantesca. El caso "Vialidad", donde se jugaba la libertad y la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner, no estaba ese día sobre la mesa y cada quien siguió con sus cosas. No estaba planeado que hubiera una sentencia. Pero la presión de los medios amigos del gobierno y del macrismo --y con ella la de los "mercados" y buena parte del empresariado-- había alcanzado niveles exorbitantes, que dieron sus frutos. Después de la condena los cortesanos se...









